Queridos hermanos:
Mons. José Luis del Palacio
Hermanos:
Estamos ante el Domingo XXXI del Tiempo Ordinario. Ya nos estamos acercando al final del año litúrgico, donde Jesucristo se presenta como el único Señor, el Rey de la creación. Por eso dice el profeta Malaquías en la primera Palabra: «Yo soy el Gran Rey, y mi nombre es respetado en las naciones –dice el Señor de los ejércitos–.
Queridos hermanos:
Estamos ante el Domingo XXIX del Tiempo Ordinario. La primera Palabra es del Profeta Isaías, dice: “Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán…Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios.
Estamos ante el Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario. ¿Qué dice la Iglesia? La primera Palabra es del Profeta Isaías, dice que “el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos”.
Estamos ante el Domingo XXVII del Tiempo Ordinario. La primera Palabra que nos da la Iglesia es del Profeta Isaías, nos dice: “Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña.” Lo más preciado para un agricultor siempre es su viña y esta viña la cuida, tiene paciencia. Continúa: “Mi amigo tenía una viña fértil”.
Queridos hermanos:
Estamos ante el Domingo XXII del Tiempo Ordinario. La primera Palabra que nos ofrece la Iglesia es del profeta Jeremías. ¿Qué dice? “Me sedujiste Señor y me dejé seducir”. Jeremías habla de la vocación a la que estamos llamados. ¿Cuál vocación? ¿A ser cristiano, a ser presbítero, a ser religiosa?
Queridos hermanos