La política en el Perú ha evolucionado hacia un concurso de visibilidad, eclipsando la importancia de la veracidad. En la era digital, el mérito público se mide más por el engagement que por el contenido real. La prioridad ha dejado de ser el significado de los mensajes, centrándose en la cantidad de veces que se comparten.
Sergio Bolívar
El 1 de octubre, en conmemoración del Día del Periodista en la Municipalidad de Lima, el comunicador paraguayo Benjamín Fernández Bogado ofreció una metáfora poderosa: así como un médico examina la lengua para diagnosticar a su paciente, la salud de una democracia se refleja en el estado de su lenguaje.
El multilateralismo, piedra angular de la estabilidad global durante casi ochenta años, enfrenta una crisis sin precedentes, y Estados Unidos ha jugado un papel clave en este declive.
Tratar la autorización norteamericana para la venta de cazas F-16 exclusivamente como una transacción de compra limita nuestra visión estratégica.
Mientras el mundo mira el gasoducto Rusia–China, la flota “oscura”, que es la encargada de mover gas natural licuado (GNL) y petróleo rusos, logra evadir sanciones y financiar la guerra. El responsable hoy es el Kremlin y sus redes de transporte y financiamiento, que operan con opacidad, conveniencia y pólizas dudosas. Aunque parezca lejano, Perú pierde precio, seguridad y reputación.
Ecuador arde y el Perú mira de reojo. Una guerra criminal transnacional ha capturado territorios, rutas y comunidades de la frontera. Los protagonistas son conocidos: Los Choneros y Los Lobos, en alianza con los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), junto a los Comandos de la Frontera en la Amazonía.
El Caribe se ha convertido en escenario de una confrontación estratégica que trasciende a Venezuela. No es solo un despliegue militar de Estados Unidos, sino la consolidación de un patrón en el que el crimen organizado se entrelaza con regímenes autoritarios.
Venezuela no es hoy un Estado democrático, sino un narco-régimen encabezado por Nicolás Maduro, cuya permanencia en el poder representa una amenaza directa para la región. El “Cartel de los Soles”, designado como organización narco-terrorista por Estados Unidos, Ecuador y Paraguay, simboliza la captura del aparato estatal por redes criminales transnacionales.
Cuando el territorio y la memoria están en juego, no hay espacio para medias tintas. ¡Es momento de cerrar filas!
El Perú experimenta una peligrosa normalización del caos. Las principales entidades estatales —el Congreso, el Ejecutivo, la Fiscalía, el Poder Judicial— parecen actuar bajo la premisa de un poder sin límites, dejando de lado la Constitución según convenga, excediéndose en sus competencias y pasando por alto las determinaciones judiciales.
¿Es la mano dura una opción, una necesidad o una última línea de defensa? En América Latina, esta interrogante se vuelve urgente donde el crimen organizado ha penetrado instituciones y se ha apoderado de territorios enteros.
En una era donde la geopolítica se define por inversiones y megaproyectos, América Latina ha caído en el abrazo de un nuevo actor global: China. De ser el gigante adormecido del siglo XX, se ha configurado como el arquitecto silencioso de un nuevo orden regional.
El Perú se encuentra ante una oportunidad sin precedentes: la cotización del cobre, nuestro “metal rojo”, ha superado los 5.5 dólares la libra debido a la revolución energética, la electromovilidad y la digitalización global. En un contexto en el que la demanda mundial de cobre alcanza máximos históricos, el país exhibe una alarmante falta de preparación.
El enemigo actual de la democracia representativa no se presenta con botas ni con discursos incendiarios, sino vestido con el traje de un CEO, armado con memes virales y algoritmos. La incursión de Elon Musk en la política estadounidense mediante la fundación del America Party supera la categoría de capricho millonario: se ha convertido en una advertencia digital con alcance global.
En la era actual, no es el arsenal ni la popularidad electoral lo que confiere el mando, sino la capacidad de escribir el código que moldea nuestra existencia.
La Fiscalía de la Nación ha dejado de ser una garantía de legalidad para convertirse en una amenaza para la estabilidad en el Perú. Su función primordial, asegurar el debido proceso y la administración de justicia en el ámbito penal, se ha desfigurado, otorgándole el estatus de factor de riesgo país.
En un mundo que se redefine, América Latina queda en silencio mientras China y Estados Unidos disputan la hegemonía económica, tecnológica y diplomática. Los gobiernos de la región carecen de una estrategia regional común y de mecanismos institucionales efectivos para proyectar autonomía. El problema está claro y el responsable también: la propia América Latina.
Cuando un gobernante necesita convertir cada crisis en un acto de escapismo, deja de actuar y solo sobrevive. Ese es el caso de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, quien se encuentra atrapado por el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), que implica a Santos Cerdán, figura prominente del PSOE, en una compleja trama de corrupción.