Esta suerte de empate catastrófico entre un Ejecutivo sin ninguna capacidad de gobernar y nadando en escándalos de corrupción y un Parlamento infiltrado de elementos que negocian y se hipotecan al primero, como “los niños de Acción Popular”, parece que no tendría una resolución temprana.
Enrique Valderrama
Director de la plataforma de opinión Web Punto de Encuentro. Coordinador del Centro para la Democracia Social. Activista Político.
Las revelaciones periodísticas de estas últimas horas apuntan directamente al Presidente de la República.
El sistema de justicia en el Perú ha sufrido múltiples distorsiones a lo largo de nuestra historia republicana.
Mucha indignación ha causado el lagarto Vizcarra -responsable de la muerte de más de 100 mil peruanos- por su aparición en CNN, entrevistado por Fernando Del Rincón, con la altisonante consigna de “que se vayan todos”. Es decir adelanto de elecciones presidenciales y parlamentarias como salida de la crisis.
Verónika Mendoza Frisch se ha convertido en una política sumida en el descrédito y en sinónimo de manipulación, deslealtad y cinismo. Su carrera está marcada por la cercanía a situaciones de corrupción y por las más variadas traiciones.
No enumeraremos todas las trapacerías de los primeros seis meses de Castillo. Tampoco detallaremos la inmensa agenda social irresuelta en términos de seguridad ciudadana, empleo, agro, agua, mypime, magisterio, etc.
La narrativa de Castillo respecto a lo fundamental estriba mayormente -según su última entrevista con Hildebrandt- en la salud de los peruanos, esto en el contexto de la pandemia y la vacunación.
Lo que manifiesta airadamente el presidente Castillo vía Twitter -¿lo podría argumentar en una entrevista teniendo en cuenta que no pudo definir qué es un monopolio?- acerca de lo bien que está manejando la economía el “Gobierno del Pueblo” resume la conjunción entre la ignorancia y el cinismo en un tema en el que, más allá de las cifras, se encuentra en juego el futuro de millones de hogares,
“No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos que forman parte de nuestra rutina y nos minan meticulosamente como el tiempo.” Una frase de Emil Cioran, muy de acorde al tiempo que vivimos.
Castillo no gobierna y lo que afirma que hará es casi siempre una torpeza; hace poco ofreció un aeropuerto en Chota y el Apra de Cajamarca a través de su secretario general Víctor Arévalo le recordó que en la provincia no era necesario un aeropuerto y más bien había que resolver el problema del agua potable.
Comparto para todos los lectores del Diario Expreso este estupendo editorial del portal web de opinión política “Punto de Encuentro”, escrito por el profesor universitario arequipeño José Mario Azalde:
“¿Hasta cuándo, Zoraida, abusarás de nuestra paciencia?
Tenemos un desastre institucional en la patria y vivimos bajo un ataque permanente de lo que queda aún en pie: básicamente debilitar o cerrar el Congreso de la República, expresión de la voluntad popular por excelencia. En buena medida un conjunto de poderes fácticos hace un tiempo pretenden comandar los destinos del país sin que desde la política se les pueda enmendar la plana.
Las evidencias de una organización criminal alrededor de familiares y allegados del Presidente de la República Pedro Castillo y su centro de operaciones en Breña coinciden con el establecimiento de una nueva convivencia decadente que sostiene ahora al gobernante.
En estas instancias relacionadas con el poder hay que tener en cuenta que la legitimidad es clave, fundamental.
En los últimos acontecimientos que exigían definiciones en las votaciones en el Parlamento, por ejemplo en el voto de confianza al Gabinete de Mirtha Vásquez o en la admisión de la moción sobre la vacancia presidencial presentada por Patricia Chirinos de Avanza País, la actitud de la bancada de Acuña y del propio ex candidato presidencial ha sido la de una complacencia vergonzosa, sin mayor lóg
Hace unos días la congresista Chirinos presentó una moción para vacar a Castillo. Más allá de la queja vacía de sectores propios de la “oposición” hay que analizar si el Presidente debe ser vacado o no y sí esta intentona apuntala o no su destitución.
Todos los temas en los que el gobierno ha querido entrar a modo de discurso y acción concreta y prioritaria han empeorado. Pareciera que Castillo fuera una suerte de "Rey Midas" invertido; todo lo que toca se destruye.
“No más pobres en un país rico”. Ese fue el eslogan, la idea fuerza de Pedro Castillo en la campaña presidencial.