El constitucionalismo busca limitar el poder mediante el derecho y la democracia impulsa la distribución del poder mediante la política, ambos confluyen en el principio de separación de poderes teorizado por John Locke en 1689.
Ernesto Álvarez Miranda
El sentido común nos informa que, en un Estado democrático constitucional, el ciudadano es el fin de todos los sistemas, desde el administrativo hasta el económico.
De esa forma, la economía tiene por objeto satisfacer las necesidades de las personas, y la administración está al servicio de los intereses de los administrados, jamás al revés.
El rey Juan Sin Tierra se hizo odioso por sus decisiones arbitrarias, por lo que los barones se unieron y rebelaron logrando que el tirano se comprometa, mediante la Carta Magna de 1215, a respetar libertades y derechos de los nobles.
El principio de separación de poderes, entendido como la entrega de la titularidad de determinadas funciones del Estado a los órganos constitucionales que, al mismo tiempo, ejercen control sobre la actividad de sus homólogos, ha sido esencial para el desarrollo de la democracia.
El verdadero éxito en ventas es hacer creer a los consumidores que necesitan comprar un producto; en la política, el máximo reto es hacer que los electores acepten cambiar las reglas que los benefician, para aprobar otras que los perjudican.
Como explicaba Karl Loewenstein, las instituciones que el texto de una Constitución decide establecer no tienen siempre el mismo efecto, porque el tipo de gobierno es condicionado por factores políticos, sociales e históricos, propios de cada nación, de forma que es prácticamente imposible obtener los mismos resultados aplicando el mismo modelo.
En Latinoamérica, las desgracias suelen aparecer luego de triunfos electorales ajustados y de la decisión de los ganadores de no hacer política sino de imponer una determinada visión excluyente de sociedad.
Resulta obvio que el relato que venden gran parte de los socialistas americanos, desde López Obrador hasta Pedro Castillo, obedece más a una manipulación ideológica de la historia que a la reflexión crítica de hechos suficientemente demostrados.
El reciente estudio de opinión pública efectuado por Datum nos enfrenta con una realidad grave e inobjetable.
Hemos expuesto ante la Comisión de Constitución del Congreso sobre la decisión unánime de la Mesa de Reforma Política del Acuerdo Nacional, recogida en “Consensos por el Perú”, sobre la conveniencia de eliminar la cuestión de confianza (CdC) tan pronto como sea políticamente posible.
¿Pudo haber una cláusula constitucional que evitara que el presidente Leguía traicionara su propia Constitución de 1920, reeligiéndose en 1924 y 1929 con sendas reformas constitucionales, concentrando poderes para construir su ilusoria “Patria Nueva”?
Toda sociedad está compuesta por grupos sociales de intereses contradictorios, por ejemplo, entre los trabajadores agrarios estacionales y los empresarios exportadores de uva.
Una diferencia sustancial entre el tipo de gobierno presidencial con el parlamentario es que el primero entrega todo el Poder Ejecutivo al candidato vencedor en las elecciones presidenciales, mientras que en el segundo, el gobierno tiene fundamento en la correlación de fuerzas en la Cámara de Diputados, es imprescindible tener la mayoría parlamentaria ya sea como resultado electoral o como cons
Los sistemas electorales son fundamentales para que la democracia se consolide y evolucione. La labor de los organismos electorales es también vital, deben inspirar confianza en los todos los participantes, resolviendo con transparencia, imparcialidad y predictibilidad.
Sieyès fue el sacerdote francés que en 1788 publicó ¿Qué es el Tercer Estado? Allí desarrolló la teoría del Poder Constituyente a partir de una ficción: la existencia de una “voluntad popular” que puede ser expresada de manera puntual y uniforme.
El Bicentenario, como tantas otras cosas, no deja de ser una narrativa que maquilla la podredumbre de los hechos históricos que explican lo que hoy somos como país.
Nuestra inocencia de niños no hubiera evitado que dudáramos de las intenciones del lobo, si aconsejaba a los cerditos construir sus casitas de paja; pero al crecer e imbuirnos de teorías, perdimos la capacidad de razonar de manera simple y efectiva.