Todos los peruanos de buena fe contribuimos a que Pedro Castillo Terrones esté encarcelado. También la prensa (incluida la que despertó tarde), el Congreso –aunque algunos no lo crean–, el Tribunal Constitucional y el Poder Judicial. Pero especialmente la Fiscalía de la Nación y las FF.AA. y Policiales.
Mariella Balbi
El Ejecutivo anda desesperado por cerrar el Congreso. Por donde va Castillo, o su amiguísimo expremier, Aníbal Torres, (a) ‘Caníbal’ vemos un pequeño grupo de gente (probablemente comprada) gritando: ¡cierren el Congreso! Ocurre desde hace mucho tiempo.
El corrupto régimen de Castillo ha reducido su actuación a intentar por todos los medios llevar a la práctica un golpe de Estado, lo que equivale a cerrar el Congreso. Lo hace porque se quedó sin oxígeno. Está embarrado con 51 carpetas fiscales que evidenciarán a la organización criminal que lidera el gobernante junto con familiares, ministros y amigotes ávidos de desfalcar al Estado.
Mucho se ha apelado a la frase de la célebre novela de MVLL, “Conversación en la Catedral”, pero recién hoy tenemos una respuesta certera. Con Pedro Castillo “se jodió el Perú”. Esto ocurrió gracias a los votos de los odiadores de Keiko Fujimori, vaya ironía. Desafortunadamente, la desgracia la pagamos todos.
La mafia que gobierna al Perú no solo roba, sino que amenaza de muerte a quien se le oponga. Cada vez más, esta organización criminal apela al asesinato. Por temas de pesca, un funcionario del Ministerio de la Producción recibió el mortifero ultimátum de un congresista ligado al llamado grupo de ‘Los Niños’ de Acción Popular, según reveló un reportaje periodístico.
Las masivas protestas en Brasil por el triunfo de Lula nos transportaron a un año atrás cuando vimos con espanto que Pedro Castillo, el prosenderista respaldado por la extrema izquierda se hizo del poder con maña y cutra. En ambos casos se denunció un fraude. El robo electoral comparte el mismo ‘estilacho’. Los corruptos (Lula estuvo en prisión por ratero) ganan por escasa diferencia de votos.
Para quien no lo sepa, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) es una institución nacida del referéndum de 2018, impuesto por el ‘Lagarto’ Vizcarra. Reemplazó al defenestrado Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Se encarga de nombrar a jueces y fiscales, de ratificarlos cada 7 años y de su destitución. Tiene un inmenso poder y está altamente politizada.
Pasado un año y tres meses del gobierno de Pedro Castillo se puede observar que montó -pese a lo incompetente que es- dos organizaciones reñidas con la ley. Ambas fueron construidas en simultáneo: la vinculada a Sendero Luminoso y la mafia que robó dinero al Estado, investigada hoy por la Fiscalía.
Siguiendo el pensamiento cristiano, Dios es testigo de nuestros actos y nos evalúa permanentemente. El temor de Dios es una suerte de freno para no actuar de manera inmoral. No es el caso de Pedro Castillo Terrones. Si bien se presentó como creyente, su esposa es quien está vinculada al evangelismo, no el mandatario.
Los comicios pasados (regionales y municipales) dejaron lecciones. Rafael López Aliaga (RLA), de Renovación Popular (RP), ganó por 50 mil votos aproximadamente. Aún no ha finalizado el conteo porque hay actas observadas de ONPE, de RP, de Podemos y probablemente de otros partidos. A pesar de ser improbable, hay espacio para el ‘chanchullo’ de los cuestionados organismos electorales.
En su mayoría, los peruanos no tienen interés en las elecciones regionales y municipales de mañana. Sin embargo, los resultados de estos comicios serán de gran importancia. Revelarán el rechazo o cercanía existente con el gobierno del caco Pedro Castillo Terrones. Las elecciones en provincias son una incógnita para la centralista Lima y viceversa.
Las elecciones municipales y regionales del domingo 2 de octubre están a la vuelta de la esquina. Se darán en medio de los escándalos de corrupción en los que andan metidos, tanto Pedro Castillo Terrones, como su familia y varios de sus ministros.
Cuando Pedro Castillo envió una propuesta de reunión al nuevo presidente del Congreso, José Williams, no especificó ni lugar ni fecha. Lo hizo con premeditación. Castillo es limitado intelectualmente, qué duda cabe, y lo ha demostrado. Pero tiene un estilo político afín al senderismo, de donde nació. Además de asesores extranjeros, controla la DINI y la inteligencia policial.
Mientras conocíamos el rechazo mayoritario a la nueva constitución chilena (un disparate ultra repudiado por los más pobres), el gobierno de Pedro Castillo redondeaba el psicosocial más efectivo de este período.
Resulta erróneo pensar que Pedro Castillo no tiene un plan para gobernar y es un improvisado. Su ignorancia para administrar el país es supina, nadie lo duda. Pero en sus propósitos esto no cuenta. Hoy por hoy podemos ver claramente lo que pretende. 1) Arruinar la minería. 2) Comerse, como el lobo feroz, a la Derrama Magisterial y monopolizar el magisterio a la mala.
Nuestro país está patas arriba. Varias son las razones conducentes a este desmadre total, dañino para la economía. Los pobres la pasan muy mal. No tienen trabajo y el que se encuentra es informal, precaria alternativa. La inflación se volvió un monstruo, encareciendo todo, aunque los pobres siempre serán los más golpeados.
La ‘Operación Patriota’, llevada a cabo recientemente en el Vraem (Vizcatán) marca un hito importantísimo en la lucha contra el sanguinario Sendero Luminoso.
Pese a las pruebas evidentes de las pillerías del proterrorista Pedro Castillo y su organización criminal, removerlo del poder parece hoy una tarea imposible. Las alternativas son esquivas. Cosas de la democracia boba. Somos respetuosos de las leyes, pero Castillo se zurra en ellas. Encima doce o más congresistas vendieron su alma al diablo, bloqueando la vacancia del mandatario.