¿Cómo te sentirías si un grupo de estudiantes utilizara sus celulares para amenazar a tu hijo o hija, diciéndole que lo excluirán, le harán memes o le pegarán si se junta con un niño o niña que consideran diferente por su condición económica, religión, apariencia o alguna otra razón?
Guisella Vargas Ochoa
Seis estudiantes de Educación Inicial pudieron morir esta semana cuando el techo de su aula se desplomó sobre sus cabezas. ¿Quién tuvo la culpa? El Estado, cuya ineficiencia y negligencia golpea física, mental y emocionalmente a nuestros niños peruanos al ponerlos en riesgo en escuelas con infraestructura dañada o precaria.
Estamos a pocos días de concluir las clases, pero no todos los estudiantes terminarán con una sonrisa, ya que, a lo largo del presente año escolar, más de 18,000 niños y adolescentes peruanos fueron afectados por violencia física, verbal o psicológica en sus escuelas o a través de las redes sociales por sus propios compañeros del colegio.
El insomnio de niños y adolescentes ha sido uno de los principales motivos por los cuales Australia decidió prohibir el acceso de menores de 16 años a las redes sociales.
¿Dejarías que un hombre o mujer desconocidos ingresen a tu casa —sin tu permiso ni conocimiento— para estar a solas y relacionarse con tu menor hija o hijo? ¿Tienes la seguridad de que tu hija(o) no se vincula con desconocidos a través de Internet?
Los casos de intento de suicidio en el Perú se han duplicado en el último año, y lo más grave es que los principales afectados son adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años, de los cuales el 67,3% son mujeres y el 32,7% son varones, según datos del Ministerio de Salud.
Los estudiantes de 11 a 16 años con mayor dependencia de las redes sociales virtuales tienden a tener conductas más violentas en la escuela, en sus hogares u otros entornos, según una investigación desarrollada por expertos en Psicología de la Universidad Pablo de Olavide, de España.
Cuando un estudiante agrede constantemente a sus compañeros, normalizando la violencia y nadie hace nada para frenar esa mala conducta, entonces ese chico puede convertirse más tarde en un delincuente o corrupto.