Castillo tiene un problema para cada solución. Ayer se tragaba el sapo de su ineptitud, destronando a su tercer gabinete presidido por Héctor Valer, nefasto individuo dizque promotor de la Constituyente.
Luis García Miró Elguera
La renuncia de Carlos Jaico al cargo de Secretario General de Palacio de Gobierno reviste graves connotaciones, tanto políticas como judiciales. Para empezar, denuncia “falta de orden” en la gestión Castillo, acompañada de malos procedimientos a la hora que el presidente de la República toma decisiones.
La receta de Pedrito: a más crisis, pues más izquierdistas, más ineptos, más chotanos, más mentirosos, más prontuariados. Y por si esto fuera poco, ¡más impulsores de una asamblea constituyente!
El Estado, propiedad de 32 millones de peruanos, es el botín que están disputándose el comunismo-senderismo y sus ex socios caviares.
La desidia, irresponsabilidad y cobardía de la inmensa mayoría de peruanos llega a cotas de escándalo.
En medio de su medianía pedagógica, atomización política, diversidad de ascendencia social, confusionismo ideológico e intereses particulares –aspectos responsables de su confusión para comprender la gravedad del momento que vive nuestra patria, y la firme resolución patriótica que debería mostrar el primer poder del Estado para evitar que colapse el país- nuestro poder Legislativo fue capaz de
Lourdes Flores Nano tendrá todos los defectos políticos que quisiera encontrársele. Pero jamás podrá acusársele de inmoral, farsante o calumniadora. Su integridad está más que comprobada. Atributo que sirve para garantizar la limpieza de su permanente e inteligente defensa, tanto de la democracia como el Estado de derecho.
¡No era novedad! Sin embargo, una montaña de nuevas pruebas para vacarlo –quizá menos graves que esta- escondía la trascendencia de la prueba original que envuelve al aún presidente Pedro Castillo.
En el Perú, las coincidencias sólo son realidades. Nada parece. Al final del día, todo lo que uno imagine es lo que es. Nos referimos desde luego a ese mundillo de la política.
Es tan irresponsable, sinvergüenza y temerario Pedro Castillo que, siendo consciente –si a ello puede llamársele así- de su minúsculo cerebro o cuando menos de su ínfimo cociente intelectual, tomó la decisión de postular a la presidencia de la República para recién entonces si ganaba la elección con un camarada comunista al frente del Jurado electoral, tratar de comenzar a descifrar el abecedar
Canal 4 se desistió de la demanda contra Hugo Guerra, señero periodista y columnista de EXPRESO.
El derrame de petróleo en la zona de boyas de descarga, al frente de la refinería La Pampilla, tiene un clarísimo responsable: Repsol, propietario de las instalaciones que comprenden tanto las boyas como los ductos submarinos, desde donde descargan las naves tanqueras el crudo de petróleo que traen para ser refinado en Lima.
Por la diezmilésima cantidad de pruebas y/o indicios de corrupción que los testimonios recogidos durante estos primeros seis meses de gobierno del comunismo/senderismo representado por Pedro Castillo, cualquier presidente de la República de una nación adonde prime el Estado de Derecho habría sido vacado, investigado y se encontraría camino a recibir una contundente condena que lo anclaría de po
¡Corsi e ricorsi! Sigue explotándoles en la mano a los llamados grandes medios de la prensa peruana el asunto de la publicidad estatal. Durante décadas han vivido de ella.
Las mentiras del aún presidente Pedro Castillo se cuentan por centenares... al menos. No hay fecha en que este sombrero andante no engañe impunemente a los peruanos. Incluso a los extranjeros, haciendo papelones a nombre del Perú.
Qué grado de crisis puede haber alcanzado este país, para que pase desapercibida e impune la muerte de dos personas por indolencia del COEN, Centro de Operaciones de Emergencia Nacional, adscrito al ministerio de Defensa; y de la Marina de Guerra. Ambos no advirtieron al país sobre las consecuencias que se derivarían de la erupción de un volcán submarino en Tonga, Polinesia, el pasado sábado.
¡Parió Paula! Luego de insistir majadera, consistentemente con el Legislativo, al punto de abusar de la paciencia de nuestros lectores, ayer la subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso declaró procedente interponer denuncia constitucional contra Zoraida Ávalos.