Martín Belaunde Moreyra

El viernes santo por la noche a eso de las 23 horas el Perú presenció a través de la televisión un espectáculo insólito, el allanamiento a combazos de la casa de la Presidenta Dina Boluarte en Surquillo pedido por el Fiscal de la Nación y autorizado por un juez de la Corte de la Suprema. ¿Por qué semejante escena?

Hace exactamente dos semanas atrás publiqué en EXPRESO un artículo con este mismo título, al que ahora enumero como el segundo en la serie debido que la situación en el mundo, lejos de haberse calmado continúa encrespándose, con un mayor peligro para a paz y la seguridad internacional.

Con dos guerras calientes y muchos focos de tensión el planeta tierra atraviesa un momento de gran incertidumbre en cuanto al eventual estallido de una guerra nuclear.

Hoy en el año 2024 Petroperú se debate entre su insolvencia, quiebra y/o disolución. ¿Por qué?

La inhabilitación de la candidatura presidencial de María Corina Machado por un espurio fallo del Tribunal Supremo de Justicia constituye el último abuso contra la democracia en Venezuela cometido por Nicolás Maduro.

No estoy pensando en Marcel Proust, sino en algo más tangible y volátil que es el petróleo, el llamado oro negro, escaso en algunos países, abundante en otros pero difícil de encontrar en la mayoría, dado que requiere de mucha tecnología no solo para ubicarlo en el subsuelo sino para hacerlo surgir a la superficie.

Genial poema de César Vallejo al final de la Guerra Civil que aún resume la suerte de España cerca de un siglo después de haberlo escrito. ¿Por qué?

El Perú sin duda, viene atravesando una etapa difícil pero decisiva en cuanto a su futuro, en lo que respecta al Sistema Interamericano de Derecho Humanos integrado por la OEA y el Pacto de San José del cual somos parte todavía.

Tal como lo señalan los titulares de la mayoría de los periódicos el Presidente Milei en su mensaje inaugural a la nación argentina del domingo 10 de diciembre dijo textualmente: “No hay plata, no hay alternativa al ajuste, no hay alternativa al shock”.

Hay un aspecto del cual no debemos tener ninguna duda, el gran perdedor de la actual guerra de Gaza, es el pueblo palestino que vive en esa franja desde hace varias generaciones.

Tomo prestado el título de un libro del gran pensador español José Ortega y Gasset, al no ocurrírseme ningún otro que refleje mejor la crisis que ahora atraviesa España.

Mi buen buen amigo y colega Raúl Chanamé acaba de publicar un libro con el título del presente artículo que merece ser comentado por sus muchos aciertos. En primer lugar tiene la virtud de la brevedad –escasas 150 páginas– y sin perjuicio de ello es de fácil lectura sustentado en una profunda investigación acerca de la materia, con la facilidad adicional de numerar sus párrafos.

¿Qué podemos tener en común Bolivia y Perú con Irán? Muy poco, excepto por el intento de Irán de influir en la política exterior del Hemisferio Occidental y específicamente en Sudamérica. ¿Por qué?

A raíz del fallido golpe de Estado del 7 de diciembre último, el Perú viene siendo objeto de por lo menos dos investigaciones internacionales, una de la ONU cuyo representante en nuestro país se permitió formular inaceptables apreciaciones sobre nuestra situación interna, que fueron rechazadas en su momento.

El Perú es miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidos (ONU) desde 1945. A partir de entonces ha participado activamente en ese organismo.

Que el Perú es un país minero, no cabe la menor duda, es una verdad axiomática más allá de cualquier discusión. Ahora bien, ¿por qué es un país minero? Es una pregunta que tiene muchas respuestas.

El fenómeno Javier Milei como candidato a presidente de Argentina y eventual sucesor del lamentable binomio Alberto Fernández/Cristina Kirchner está dando que hablar en toda América Latina. ¿Por qué?

El mundo bipolar de fines del siglo XX ya no existe en la actualidad. Vivimos en un planeta multipolar en el cual prevalecen tendencias estratégicas contrapuestas que podrían terminar en una tercera conflagración atómica. Vladímir Putin se equivocó cuando pensó que la agresión a Ucrania sería un paseo militar como paso previo para anexarla a las Federación Rusa.