Enrique Valderrama

El pasado sábado 25 de noviembre se cumplieron los 108 años del nacimiento de Armando Villanueva, héroe del pueblo y patriarca del APRA, que supo transitar más de 8 décadas por la política fiel a sus convicciones, sin evidenciar personalismo ni interés subalterno a los grandes lineamientos del potente movimiento popular que Haya de la Torre y su promoción inspiraron.

Mucho se ha hablado de la reactivación económica a propósito de la recesión en Perú. Incluso el Gobierno ha presentado un plan para ello. Dentro de los temas que son capitales para el empleo en el país -que viene reduciéndose por miles en estos meses- están sin duda la agricultura, las mipymes y el emprendimiento, la pesca, el transporte, los servicios, entre otros.

El huracán “Lava-Jato” puso en evidencia esquemas de megacorrupción asociados a gran infraestructura que implicaban pagos a funcionarios de alto perfil -incluidos presidentes de la República- para ganar las licitaciones a favor de gigantes constructoras brasileñas como Odebrecht, OAS, Camargo Correa y Andrade Gutiérrez.

Mucho se habla de la necesaria renovación de la política nacional. La falta de ideas para conducir el país y solucionar la agenda social postergada tanto del Ejecutivo como del Legislativo ahondan esta percepción. Pero mal harían muchos si piensan que este nuevo impulso en la oferta del debate público puede venir de partidos aventureros o vientres de alquiler.

Martin Vizcarra rompió el orden constitucional el 30/09/2019. Cerró arbitrariamente el Congreso de la República, valiéndose de una argucia conceptual insostenible -la “denegación fáctica” que sostuvieron con vergüenza algunos pocos profesores universitarios como Cairo- perpetró un asalto a la democracia.

Hemos afirmado que la administración de Boluarte es la segunda etapa de un gobierno predecible de “Perú Libre”. Al menos en materia económica y social esto es así. Si bien ya no existe el peligro antidemocrático que representaba Castillo, en lo demás las mayorías populares no ven decisiones para que el Perú salga de la parálisis en la que se encuentra.

A escasos dos meses de culminar el año 2023, nuestras esperanzas de ver soluciones efectivas y rápidas a la problemática de la vivienda social se van agotando. La parálisis marca la pauta en esto como en otros sectores.

El sistema de justicia peruano es muy precario. Hace algunos años fue tomado casi por completo por quienes sostenían a Vizcarra en el poder y libre de malos vientos judiciales. Desde el Tribunal Constitucional, pasando por la Junta Nacional de Justicia, el Poder Judicial y evidentemente el Ministerio Público estaban bajo la influencia de la coalición vizcarrista.

El Primer Ministro, Alberto Otárola, asumió la PCM tras un brevísimo paso de apenas unos días de su antecesor, el abogado exdecano CAL Pedro Angulo. Sin duda un primer error de Boluarte fue colocar a Angulo como cabeza del Gabinete. No tenía ni el carácter, ni el peso político, ni la experiencia para aquella misión, además en tiempos tan turbulentos.

Estuve entre el miércoles 13 al sábado 16 de este mes en la región Piura. Visité las provincias de Sechura, Paita, Piura, Sullana y Talara. Agradezco la coordinación de estas visitas al Comité Regional Aprista conducido con firmeza y entrega por Antonio Valdivieso.

El aprismo nació cómo un movimiento continental. Fue en México, en mayo de 1924. Fundado por Haya de la Torre, con menos de 30 años, remeció las estructuras de indoamérica al plantear la unidad política y económica de los pueblos y su lucha contra el imperialismo, además de la solidaridad con las clases oprimidas del mundo.

Se ha desatado un debate en torno al asunto de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y las acciones del Congreso de la República respecto a la misma.

En las actuales circunstancias en las que vemos que el Ejecutivo no tiene una hoja de ruta clara para impulsar temas o reformas de fondo y de carácter social en el Perú, pero que además el Legislativo no produce leyes en favor de las mayorías nacionales.

En esta nueva etapa del aprismo el discurso público del Partido de Haya de la Torre debe cifrarse en hablarle a las mayorías nacionales.

En este mismo Diario escribí hace unos años un artículo titulado “Asia Power”, en el que hablaba de la importancia geopolítica y económica de China y Asia. Era el 2015, 8 largos años han pasado y la realidad va confirmando este razonamiento con plena claridad. Según proyecciones al año 2028 China será la primera potencia del mundo en términos de PBI y la India será la tercera.

Hoy en 2023 hasta la propia Rosa María Palacios ha criticado al fiscal Pérez, en su caso por la intentona de JDP de saltar a ser juez. Es ya usual que analistas, periodistas y políticos señalen, con razón, que el trabajo del equipo especial de los fiscales Pérez y Vela no ha sido bueno.

Para todo efecto práctico no existe oposición política en el país. Los grupos que tienen representación parlamentaria están desprestigiados o entregados a la posibilidad de ser gobiernistas.

Varios me plantean la pregunta: “¿Otárola es quien realmente gobierna?”. Yo les he empezado a retrucar: “¿Alguien gobierna? Ojalá que alguien gobernara”.