Gracias a Jorge Salas Arenas, presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Dina Ercilia Boluarte Zegarra no tiene quién la reemplace cuando temporalmente no puede ejercer el cargo de presidenta.
Jaime Miranda Sousa
Existe un dicho que los mercantilistas de izquierda (socialistas) suelen tener muy presente: “El orden público está por encima de la Constitución y las leyes, porque sin él no se pueden aplicar ni la una ni las otras.” Por eso, los socialistas atentan contra el orden público con el objetivo de impedir que se gobierne en democracia y así evitar la implementación de una economía de mercado.
Comencemos por determinar la diferencia entre un gobierno pragmático y uno principista. Los gobiernos pragmáticos buscan soluciones prácticas, pues para ellos estas son concluyentes y efectivas. En cambio, los gobiernos principistas buscan soluciones dentro de los límites que imponen sus principios y valores morales.
Desgraciadamente, los legisladores peruanos no toman en cuenta que la manera más eficiente de combatir la corrupción es lograr que ser corrupto sea difícil, y no fácil como lo es actualmente en el Perú. Las normas que dificultan la corrupción son aquellas que son realistas, fáciles de cumplir y que logran el fin para el que fueron dictadas, es decir, son eficientes.
Los colegios de profesionales tienen fines esenciales que son fundamentales para la sociedad.
Un pueblo que se respeta a sí mismo y respeta a los demás cuando conduce un vehículo es un pueblo civilizado. El respeto que nos guardamos al manejar depende, en gran medida, de las campañas que realicen los medios de comunicación para que sus oyentes o lectores adopten una cultura de conducción responsable.
Lo que está pasando en el Perú no es broma. Existe la posibilidad de que, en julio del 2026, jure como presidente una persona embebida en una doctrina socioeconómica que tolera la vulneración de derechos esenciales para la mayoría de nosotros, como el respeto por la propiedad privada.
Fui regidor metropolitano de Lima, electo en la lista de Alberto Andrade, y estuve encargado del comercio ambulatorio durante su primera gestión (1996-1998).
En medio del grave desgobierno estatal y la indetenible escalada de la criminalidad organizada y la inseguridad ciudadana que se padece, este asunto, probablemente, resulte menor. Sin embargo, para los buenos, regulares y malos católicos –que cada uno se califique– no lo debe ser.
Existe, soterrada, una política de desprestigio del sistema socioeconómico que nos gobierna. Para ello se pretende desinstitucionalizar al país, desprestigiando las instituciones que forman parte del sistema socioeconómico que nos administra.
El año 2025 es muy importante para el Perú, porque es el año que se tiene para reorganizarlo administrativamente para que nuestro país se pueda administrar en democracia, antes que el comunismo lo haga, implantando una dictadura.
Lo que está pasando en el Perú no es broma, la posibilidad de que en julio de 2026 jure como presidente una persona embebida en una doctrina socioeconómica que tolera la vulneración de los derechos que son esenciales para una mayoría de nosotros, como el respeto por el derecho a la propiedad segura.
El dueño del restaurante Texas Steakhouse, Víctor Lescano, ha tenido la acertada decisión de inaugurar en su establecimiento un museo en honor del vicealmirante AP Luis Giampietri Rojas, en el lugar donde este héroe se reunía con sus amigos.
CONTUNDENTE REALIDAD
Nos hemos acostumbrado a redactar las normas de una manera irresponsable o interpretarlas de igual forma y, lo que es peor, darle la interpretación que le conviene a quienes las interpretan.
A continuación, transcribo el Artículo 111° de nuestra Constitución actualmente vigente.
Hay un tema que los partidos pueden poner en debate porque es una de las razones que nos impiden administrar eficientemente nuestro país controlando la corrupción para que esta vaya disminuyendo con el pasar del tiempo, porque jamás va a desaparecer totalmente.
El mundo está cambiando, al punto de que los grupos que aspiran a ser gobierno para intervenir el mercado con el afán de obtener ventajas personales (mercantilistas) están siendo controlados por sistemas socioeconómicos como la economía de mercado, la cual considera el mercantilismo una práctica perniciosa.