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José Cevasco

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Hace unas semanas, un personaje de la política nacional conversó conmigo sobre los actos de control que ejerce el Congreso contra el Poder Ejecutivo. Después de un tiempo razonable y al final de la conversación, surgió la siguiente frase: “la política no tiene nada que ver con lo justo”.

Creo que el análisis del funcionamiento del Congreso no debe hacerse bajo un criterio global, ya que dicho poder del Estado tiene funciones claras y diferenciadas, como son las de legislar, hacer el control político, representar y, dentro de ello, fiscalizar.

Los días de aprobación del presupuesto general de la República son uno de los períodos más convulsionados para el Legislativo, ya que es casi la única oportunidad que tienen los legisladores de incluir proyectos de inversión para sus regiones.

La censura de un ministro, de conformidad con el artículo 86º del reglamento del Congreso, “la pueden plantear los congresistas luego de la interpelación, de la concurrencia de los ministros para informar o debido a su resistencia para acudir en este último supuesto o luego del debate en que intervenga el ministro por su propia iniciativa”.

No cabe duda de que la APEC 2024, realizada en nuestro país, ha suscitado el interés no solo de los 21 países que la conforman, sino también de otros que nos observan, con toda seguridad, con cierta envidia.

Cuando en julio de este año se inició la nueva legislatura, recibí con expectativa la elección de Eduardo Salhuana como presidente del Congreso. Su experiencia como legislador y exministro de Estado me daba luces sobre cómo podría ser su gestión como líder del Parlamento.

La inmediatez es una de las características de la comunicación política moderna. Hoy, quien informa primero, sea cierta o no la noticia, pone la agenda mediática. Los medios de comunicación tradicionales compiten con los no tradicionales que están en las redes sociales, y dentro de ellas, los “influencers”, además de todas las personas que publican contenidos.

El mundo de las comunicaciones engloba dos conceptos muy interesantes y que tienen que ver con el comportamiento psicológico de las personas. El primero es el denominado “bandwagon”, llamado en castellano el “carro ganador”, y el segundo es el llamado Espiral del Silencio.

Nadie en su sano juicio podría estar en contra de la seguridad, pero no hay que ser ciegos para darnos cuenta de que sectores políticos del país quieren usar este problema como plataforma para crear un clima de desestabilización del gobierno.

Si algo me llamó la atención como estudiante era el nombre de Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, por lo cual muchos colegíamos en que solo el abogado estaba preparado para la política. Con los años entendí que la política no era un monopolio del derecho y que la política podía, por su propia naturaleza, andar sin ese cordón umbilical.

En diversas oportunidades he manifestado que las Mesas Directivas durante 1993 al 2000 respetaron la meritocracia, basada en la línea de carrera de los trabajadores del servicio parlamentario, y que los puestos de confianza de la parte administrativa del Congreso, en lo que concierne a los cargos de Director General de Administración, Director de Logística y de Recursos Humanos, eran designados

La Semana de Representación, que nació para establecer un contacto entre los votantes de cada circunscripción electoral y los congresistas, fue modificada para que los parlamentarios puedan viajar a cualquier parte del territorio nacional sobre la base de que representan a todo el país. En la lírica suena bien, pero no es eficaz para el mundo real.

Un error que cometen los altos funcionarios públicos designados por confianza es pensar que la designación es eterna o que el poder lo tendrán para siempre. Sus colaboradores cercanos les hacen creer que, al inicio de la gestión, deben hacerse notar y deben arremeter con cualquier acto público para hacer noticia.

Una mañana en Madrid, siendo estudiante y leyendo el diario El País, vi la fotografía de un “chinito” subido en un tractor con una leyenda que decía más o menos así: “Ciudadano de ascendencia japonesa es el candidato para la presidencia del Perú”.

Hace algunos años escribí un par de columnas denominadas “Consejos hasta de un Conejo I y II” y abordé el tema de los ayayeros en la política, en el que de una manera divertida describía a ese personaje que existe y encanta tener a casi todos los políticos. Hoy retomo dicha saga y empiezo con el tema “Tú ya no eres Tú”.

Recibí una llamada telefónica de un periodista para conversar sobre lo abultado que es el presupuesto del Congreso. La cifra supera los mil millones de soles y está sujeta a críticas, ya que un gran porcentaje está destinado al pago de las remuneraciones de los más de cuatro mil empleados y congresistas que constituyen la PEA (Población Económicamente Activa) del parlamento.

El tiempo se acorta para ingresar nuevamente a la bicameralidad en el Perú y, hasta el momento, siguen inscribiéndose partidos políticos, lo que nos hace presumir que la campaña electoral será una de las más desordenadas y confusas para el votante. Los equipos de campaña deberán ser realmente competitivos para lograr llamar la atención de la población.

El jueves leí en una red social una crítica contra Luis Grados, exdecano del Colegio de Periodistas de Lima y exasesor de dos expresidentes del Congreso, por haber sido nombrado asesor del Instituto Peruano del Deporte, por ser fujimorista.

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