Alejandro Tudela Chopitea

De acuerdo con el Mataburros, la primera acepción de la palabra plagio es copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias, pero también puede significar una forma de secuestro.

La reciente entrevista televisada de Cerrón, dueño del partido que navega de oficialista y factótum de buena parte de los actos de “gestión” de este diario desgobierno, sólo confirma que este país marcha y marchará en manos de los “podridos” e “incendiados” de que habló el gran Jorge Basadre y que destruirán del todo el camino hacia la “promesa de la vida peruana” al menos que la reacción demóc

Puede resultar exagerado el titular pero, la verdad, cambiando personajes y guiones, no existe mucha diferencia entre las coyunturas que la nación vivió en los inicios de este milenio y lo que dos décadas después sufre con el desgobierno de Castillo, Cerrón y su camarilla.

“Sería uno de los países más competitivos (…) Se vislumbra como meta que al 2050 el ingreso per cápita sea llegar a los US $ 30,000 por ahora nos encontramos en US $11,000 (…) Un 70 % de la población urbana tendría acceso a viviendas con servicio de agua, electricidad y telefonía, con mayor amplitud de internet”.

El Foro era en la antigua Roma una plaza donde se trataba asuntos públicos y se celebraban juicios.

Hace unos días, las llamadas bancadas demócratas y uno que otro congresista no agrupado juntó poco más de 60 votos y logró que el Pleno apruebe la moción exhortando al ocupante de Palacio para que, por el bien de la Nación, renuncie al cargo y facilite una salida constitucional al pandemónium en que ha convertido al Perú en apenas nueve meses.

La portada de EXPRESO de hace unos días –casi un mensaje clintoniano- fue claramente premonitoria.

Según todas las encuestas, la mayoría de los peruanos está a favor de la vacancia del ocupante de Palacio y la inmensa mayoría desaprueba la gestión presidencial y ministerial.

El mensaje a la nación desde el Congreso por el que funge de Primer Mandatario no sólo fue –y es- peor que un parto de los montes sino una patraña que buscó infructuosamente esconder el desgobierno al que ha sumido el Perú.

El Gabinete Torres recibió la confianza del Congreso poco menos que raspando y para mayor vergüenza del partido de la lampa y de su Comité Político que recomendó votar en contra de la misma el 80 % de los miembros de su bancada se zurró en ello y votó con el oficialismo.

Cuando se publiquen estos renglones esperamos que la mayoritaria oposición demócrata que queda en el Congreso haya disparado, por fin, la primera bala y despachado a su casa al desconfiable Gabinete Torres. Igualmente, deseamos que la atroz agresión rusa a Ucrania pueda haberse contenido y exista lugar para la esperanza de alcanzar una solución pacífica al conflicto que tiene en vilo al mundo.

Originalmente, estos renglones iban a tratar sobre la nueva y atroz agresión rusa contra Ucrania. Primero se anexó militarmente la península de Crimea y ahora invade y busca derrocar al legítimo gobierno ucraniano para convertir a la República en un país satélite de Moscú salvo que los EEUU y la Unión Europea/OTAN logren impedirlo.

A no pocos llamó la atención ver abrazados a la presidenta del Congreso con el vocero de la bancada oficialista-cerronista. Se supone que simbolizaba el inicio de un periodo de tregua política hasta el 8 de marzo próximo en que se presentará el Gabinete Torres en el Parlamento para intentar ser “investido” y recibir la confianza del Poder Legislativo.

En la conocida novela italiana “El Gatopardo”, uno de los personajes pronuncia la ya célebre frase “Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”. En pocas palabras, la paradoja encierra el cínico objetivo de que no importa los cambios políticos que se produzcan, estos no deben terminar afectando en la realidad el establishment y sus intereses.

Habría que ser masoquista para agradecer un mal, pero que hay si ese mal sirve para abrir los ojos a los que no ven sin ser ciegos.

La situación de crisis político-institucional que sufre el país no está para bromas como las de la popular comedia norteamericana cuyo título tomamos prestado.

Por fin, habló. Después de más de medio año de ocupar Palacio de Gobierno –además de los nocturnos y opacos días en la casa de Breña- Pedro Castillo se atrevió a dar una entrevista a un medio de comunicación.

Si a alguien le quedaba duda –siempre habrá crédulos y tontos útiles- el pernicioso proyecto de Referéndum para la convocatoria a una Asamblea Constituyente exprés continúa vivito y coleando para el Gobierno y adláteres sea por la vía legal y, si no, por el “camino violento” como reza el tuit golpista -¿ o será autogolpista?- del partido oficialista.