Por culpa de la algarada comunista, estamos al borde de perder la calificación “Grado de Inversión” que tantos años de sacrificio y perseverancia le costaron a millones de peruanos.
Luis García Miró Elguera
La prédica comunista es mendaz. ¡Es el engaño por sobre todo lo cierto! Y lo cierto es únicamente lo posible. Consecuentemente, la izquierda sabe que es imposible que un Estado mísero –como los comunistas– atienda las promesas que ofrece al poblador.
Hasta los años sesenta, el Congreso transpiraba una majestad acorde con su función representativa del ciudadano. Lo integraban parlamentarios de fuste, importante nivel académico, valores personales y morales, dotados de un enorme talante polemista. Aquello elevaba las criterios del debate, lo cual aseguraba mayor calidad a las leyes que sancionaban.
Vladimir Cerrón, el ideólogo, impulsor y protagonista del partido comunista Perú Libre, vio frustrada su candidatura presidencial en los comicios de este año tras haber sido condenado por corrupción. En su reemplazo Cerrón puso a Pedro Castillo, un profesor sin trayectoria delictiva conocida.
En Junín, un empresario atropelló con su automóvil a dos criminales que, después de rastrearlo y esperarlo en la puerta de un banco, partieron tras él; lo alcanzaron, le golpearon y le robaron S/ 125,000.00 que había retirado, y fugaron en moto.
La oposición no puede ni debe satisfacerse con cambios cosméticos. Por ejemplo, ese buenismo que transpira la primera ministra.
Si hay algo peor que violar la Libertad de Prensa es fingir defenderla. Porque en forma ladina atentan contra ella quienes, sin respetarla, alegan proteger la libertad de opinión e información. Aunque más grave es decir que ampara este derecho quien lo manipula con intereses subalternos.
A la hora undécima la grita comunista demanda “nacionalizar” Camisea, en patético calco de la nacionalización de la Brea y Pariñas, madrina de Petroperú, la empresa estatal más ineficiente del orbe que recientemente nos ha hecho dilapidar US$5,800 millones en una refinería, cuando Perú NO produce petróleo.
Sin siquiera evaluar la trayectoria política de quienes integran este remozado gabinete ministerial –olvidando aquello de “caras vemos; corazones no sabemos”– Podemos, el partido de Luna Gálvez, congresista/propietario de un inmenso complejo universitario (cuya defensa del bolsillo es su exclusiva razón de estar en la política), anunció al día siguiente de juramentados los ministros que “les ot
El “puka” Bellido se inmoló por su amo Vladimir Cerrón. Días antes de ser desaforado del premierato, y delante de una manifestación en Cusco -exacerbada por esa fábula llamada segunda reforma agraria-, dijo esto sobre su camarada, el presidente Bellido: “Si comprobamos que has delinquido te sacamos”. Ya antes le había dado órdenes vía Twitter: como “No te chupes”.
Finalmente, el presidente Castillo se zafó del vertedero de basura apellidado Bellido. Muy temprano para definir las consecuencias. Observaremos.
“Si el Congreso no aprueba las leyes de la ‘segunda’ reforma agraria, mandaremos a su casa a los congresistas y el pueblo elige a nuevos representantes”, gritó desaforado en quechua un atorrante primer ministro trajeado de lo que nunca fue, representando al régimen Castillo. Más claro: el poder Legislativo hace lo que le ordene el Ejecutivo o lo disolvemos.
En los comicios de abril último toda la izquierda obtuvo menos del 30% de los votos y Perú Libre apenas recibió 18.9% de respaldo. Esto último presumiblemente inflado por la mano de una mafia que habría bendecido ese letal mandamás comunista del JNE.
Toledo consolidó su ascenso al poder denunciando a Fujimori por corrupto. Teatralizó dramáticas escenas para acusar a su antecesor de haberle robado al Estado. Con ello sembró la semilla del odio que aún ahora mantiene irreversiblemente polarizados a los peruanos.
¿Cómo podemos permitir que un presidente chantajee al Parlamento, blandiendo esa bandera roja de la cuestión de confianza -tras la espantosa experiencia con Vizcarra- procurando en esta oportunidad que el comunismo se atornille per secula en el poder?
¡Señores congresistas, la alternativa es vacancia o vacancia! La suerte está echada. El presidente Castillo la selló hace dos días vía Tweet, único sistema de comunicación que puede emplear sin caer en galimatías y/o contradicciones, víctima de su cada vez más ostensible falta de capacidades, siendo maestro de segundo grado de primaria.
El Perú se incendia por culpa del comunismo/senderismo instalado tramposamente en palacio de gobierno. Mientras tanto, ayer jueves se cumplieron dos años desde que el miserable Vizcarra disolviera el Congreso.
Analicemos la escena nacional. La crisis económica, inicialmente forjada por Vizcarra con su desmanejo de la pandemia, tiene rasgos tectónicos.