Un efusivo abrazo selló el reencuentro. Amigos de siempre. La vida los llevó por caminos distintos. Después de tres lustros, estaban uno frente al otro.
– “¿Cómo fue tu estancia en el extranjero?”
– “Estos años he recorrido muchos kilómetros y me he establecido —por motivos laborales— en diferentes países; eso me ha permitido aprender y comprender lo propio de cada pueblo.”
Edistio Cámere
El bienestar como meta a conseguir ha empezado a formar parte de las numerosas preocupaciones de las escuelas. ¡Una más sobre sus espaldas!
Sin embargo, una cuestión no menor es definir qué, o qué tipo de bienestar se desea procurar. De su respuesta dependerán las políticas, estrategias y procedimientos a implementar para su concreción corporativa.
El Día de la Madre es una fiesta que da noticia de que las celebraciones son afirmación y confirmación de todo lo bueno que entrama la vida en familia. La madre es la principal causante e inspiradora de las fiestas en casa. Con y a través de ella, se celebra la vida y el amor. Es la portadora del regalo por antonomasia que recibe el ser humano: la vida.
El esfuerzo que reclama el trabajo no es solo debido al costo que supone incorporar la inteligencia (pensar) y la voluntad (querer), sino también a la resistencia que presenta la materia para dejarse dominar, formar o precisar.
La autoridad, ante acciones o conductas equivocadas, corrige, sanciona y castiga, lo que es inherente a su ejercicio. Sin embargo, ¿por qué un padre, un docente y otro portador de autoridad enfurece cuando ejerce su responsabilidad de corregir? No defiendo la impasibilidad ni la impecabilidad.
Judas Iscariote era uno de los doce apóstoles. Caminaba junto a Jesús, escuchó sus sermones; fue testigo directo de grandes milagros; participó de las conversaciones cercanas e íntimas en las que Jesucristo les abría su corazón, ilusionándoles con sus planes y sueños. Además, gozaba de la confianza de sus compañeros, pues tenía el encargo de ecónomo.
Una tarde de regreso a casa encontré, debajo de la puerta, un parte matrimonial. Al leerlo, un detalle cautivó mi atención: “(…) La ceremonia iniciará a las 19:00 (hora exacta)”. Esperaba encontrar una especie de pie de página que explicara el porqué de esa aclaración. Pensé: ¿no bastaba con señalar la hora? Me sabía a redundante.
La mirada crea ámbitos de relación; cuando se mira, el “yo” se desplaza hasta lo mirado. Fuera de su reducto, se abre a novedosas formas de encuentro, se dispone a recibir, que es un modo de acoger a quien da.
Albert Camus tiene un pequeño libro titulado Cartas a mi maestro. Un gran capítulo de este recoge la correspondencia que intercambió con Louis Germain (1884-1966). Este profesor vio en él condiciones dignas de seguir cultivando. Le consiguió una beca para seguir cursando estudios secundarios, pero tuvo que “enfrentarse” con la autoritaria abuela de Albert para que bendijera dicho proyecto.
Quirón crió, educó y cuidó a Aquiles con las mismas atenciones que le hubiesen dedicado sus padres. En cuanto pudo comunicarse, preguntaba:
—¿Cuándo volveré con los míos?
El propósito es intentar hacer de cada clase: ¡la clase! Además del propio talento, invertir tiempo y estudio en prepararla ayuda mucho. De este modo, la enseñanza tendrá ese matiz de novedad y atractivo porque el docente añade valor —porque ha pensado y reflexionado— a la materia que dicta, moviendo a la inteligencia del alumno a descubrir nuevas relaciones.
Cada término de un año escolar se vivencia como una suerte de estación, de parada en la aventura educativa de muchos niños y jóvenes. Una sensación que sabe a iterativa da cuenta de que cada periodo lectivo es copia fiel del anterior. La realidad, sin embargo, supera esa percepción: cada clase, cada recreo, cada tarea es experimentada con singular novedad por cada estudiante.
Mafalda, disfrazada de vaquero:
“Mamá, voy con los chicos hasta la plaza a jugar a los cowboys”.
La mamá responde:
“Bueno. Pero cuídate, ¿eh?”.
Junto al nene y al televisor encendido, la mamá piensa:
“¡Esta Mafalda! Tan pronto le da por la bondad, el pacifismo y qué sé yo… como por jugar a la violencia, los tiros y los demás”.
El café a media mañana o a media tarde suele ser apreciado. No únicamente por su sabor –puro o matizado–, también porque se consume en un momento especialmente reservado para un nutritivo diálogo, para una escucha reflexiva sobre los pensamientos propios y para la observación de hechos ricos y pertinentes para el aprendizaje personal.
Con el ánimo de conseguir que un grupo de personas deje de ser extraño entre sí, los especialistas suelen recurrir a la formulación de preguntas que, por su sencillez y frescura, facilitan que las respuestas inviten a la distensión y al diálogo. En cierta ocasión, un experto expuso la siguiente pregunta: ¿qué es lo que llevarían siempre consigo?
“Las ventas poco alentadoras. En casa, los niños esperan la magia navideña. La austeridad será la invitada estrella un año más. ¿Qué le diré a mi familia?”
“De la degradación a la reconstrucción de nuestro futuro” fue el lema con el que la última Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE 2024) convocó a los líderes empresariales. Desconozco el desenvolvimiento y los acuerdos a los que arribaron. No participé en tan sugestivo evento.
Hace muchos años, en un congreso de líderes del mundo, estuvieron presentes expositores de talla mundial como Senge, Drucker… El despliegue del evento fue exitoso. Al final de este, los organizadores circularon una nutrida encuesta. Una de las preguntas pretendía conocer cuál había sido la exposición que más había impactado en los asistentes.