ÚLTIMA HORA
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Martha Meier M.Q.

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Los seguidores del notable economista Ludwig von Mises sostienen que el socialismo, además de abolir la propiedad de los factores de producción, busca erradicar la familia nuclear tradicional.

Ayer murió Katherine Gómez, la joven de 18 años que el sábado pasado fue rociada con gasolina por su exnovio, quien le prendió fuego en plena vía pública. Katherine agonizó en el hospital Arzobispo Loayza, durante varios días.

El expresidente Donald J. Trump podría ser arrestado el martes. El hombre es un estorbo para los agentes del globalismo y su nauseabunda agenda de: género; LGTB y demás letras; proaborto; fomento del uso de drogas; “comprensión” de la pedofilia como una inclinación sexual; entre otras aberraciones.

Los desastres naturales pueden prevenirse y gestionarse para que su impacto no afecte brutalmente la vida de las gentes y la economía del país. Perú está altamente expuesto a ellos y el ciclón Yaku ha venido a recordárnoslo con furia, revelando, además, la corrupción de la ‘Reconstrucción con Cambios’, visibilizando la ausencia del Estado y su tremenda incompetencia.

Por estos meses el río Ilave, en Puno, crece su caudal pues es temporada de lluvias. Esa corriente de agua, chúcara y fría, fue el único camino de escape para una patrulla de jóvenes soldados cercados por pobladores que les atacaban salvajemente con “avellanas”, huaracazos y piedras.

El ciclón Yaku para Alberto Durero (1471-1528), notable artista del Renacimiento alemán, sería una pesadilla hecha realidad. Para los norteños es una pesadilla y la constatación de la corrupción e improvisación de la “Reconstrucción con Cambios”. Durero era atormentado en sus sueños por la capacidad destructiva del agua.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos concedió la extradición de Alejandro Toledo, por los delitos de colusión y lavado de activos. Recordemos que recibió millonarias coimas de Odebrecht, de al menos US$35 millones de dólares. Toledo no quiere venir pues le espera la prisión.

Gran parte de lo que vivimos hoy en el Perú es responsabilidad de la invasión caviar, aparecida con el advenimiento del alcohólico y corrupto Alejandro Toledo, y demás presidentes que apadrinaron: Humala, Kuczynski, Vizcarra, Sagasti y el filoterrorista y golpista Pedro Castillo.

El viernes por la noche la presidenta Dina Boluarte anunció el retiro del embajador peruano en México, dejando solo al encargado de negocios. Esto tras las interferencias del presidente Andrés Manuel López Obrador, AMLO, en asuntos internos del Perú. El lenguaraz chilango calificó de “presidenta espuria” a Boluarte y defendió al golpista Pedro Castillo, afirmando que es un preso político.

Es cuestión de tiempo para que la turbamulta tome conciencia de la muerte masiva de las gallinas en las chacras y el sacrificio de miles en los criaderos. De las aves cayendo sin vida mientras volaban y el cambio en los patrones migratorios; amén de la aparición de mamíferos marinos varados en nuestras playas.

En el Perú impera una élite social sin principios, carente de dignidad y de ética. Esto se traduce en la falta de respeto por la propia tradición familiar y el maltrato de apellidos que deberían ser suficiente razón para repeler a cualquiera que lo mancilla y a quienes tienen conductas delictivas. La sobrevivencia de una élite que debió ser ejemplificadora pende de un hilo.

Perú libra una solitaria batalla contra el comunismo. Nos rodean inútiles seguidores de esa “odiología”, es decir, la ideología del odio, el fracaso, la tiranía y la falta de oportunidades.

Resulta inentendible que algunas personas acompañen, fomenten, defiendan y califiquen de pacíficas a las actuales protestas.

Es impensable toparse en Berlín, Alemania, con una instalación de piedras en memoria del Holocausto, con los nombres de las víctimas de los nazis y entre ellas, también, los de sus asesinos. Eso exactamente es el “ojo que llora”, en Jesús María; toda una afrenta contra el Perú y particularmente para los familiares de quienes fueron masacrados por Sendero Luminoso y el MRTA.

En el Congreso los zurdos vociferan indignados porque la Wiphala, el nuevo trapo rojo de los comunistas y filoterroristas, fue comparada con un mantel de chifa. Mientras tanto, en la vida real, decenas de familias campesinas en San Buenaventura, Huánuco, ven morir a sus gallinas por la proliferación de la gripe aviar.

Yo soy anticomunista porque amo la libertad. Soy anticomunista porque creo que la democracia liberal es el único medio efectivo para luchar contra la pobreza y garantizar el derecho a crear riqueza de todos. No me seduce el supuesto “buenismo” del llamado socialismo del siglo XXI, porque es el apodo de la misma basura.

Las marchas, el bloqueo de carreteras, la toma de aeropuertos y la destrucción de propiedad pública y privada no son protesta social sino una lucha política para destruir el Estado de Derecho a punta de actos terroristas y con demandas no negociables.

Lima vio llegar a mujeres y hombres del campo y líderes comunales olvidados por el Estado para hacer oír su voz.

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