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Luis García Miró Elguera

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Luis García Miró Elguera

Vacaron a la rata que fugó cobardemente. ¡Pero la Policía interceptó su fuga, y hoy la rata está entre rejas, camino a una condena de muchos años de cárcel! Esta agonía nacional jamás mereció ocurrir. El Congreso debió vacar a Pedro Castillo Terrones hace ya muchísimo tiempo. La clase política también tiene gran cuota de responsabilidad alrededor de la tribulación nacional.

¡Este país no da más! Su sociedad vive sometida a permanentes amenazas del gobierno, habiéndose generalizado un nivel de estrés ciudadano que frena toda iniciativa. Empezando por una total paralización de las inversiones, que daña el desarrollo de cualquiera actividad socioeconómica, principio elemental para el sostenimiento del Estado.

Amable lector, ¿creería usted que alguno de esos congresistas que insisten en mantener a Pedro Castillo en la presidencia de la Nación -cogobernando con una organización criminal, tal como califica para la fiscal de la Nación- actuaría de esa misma manera, si se tratase de mantener pegados a sus cargos a sus trabajadores domésticos, y/o a servidores de sus negocios (que evidentemente los tienen

El presidente Pedro Castillo ha nombrado Director de Inteligencia al general (r) Wilson Barrantes, “que simpatiza con la línea dura contra el Congreso; un tipo muy radical, velasquista (…)” según revelan los entendidos. Leamos extractos de la entrevista que, en 2015, le hizo la periodista Anouk Guiné:

Nuevo revés para este régimen que preside Pedro Castillo, en su desesperada carrera hacia el precipicio del fracaso e, irremediablemente, a su juzgamiento y al de todos aquellos integrantes del régimen que le acompañan desde el 28 de julio de 2021.

A pedido de Pedro Castillo, la OEA envió una misión para, supuestamente, hacer un diagnóstico sobre la sofocante coyuntura por la que atraviesa nuestra patria.

Betssy Bestsabé Chávez Chino, la biliosa primera ministra, ¿creerá que somos tontos? ¿Es esta esa izquierda que se dice inteligente? ¿Arremeter de manera violenta contra la oposición; suscribir un acta del consejo de ministros que viola descaradamente la Constitución; y proclamar, sin fundamento alguno, que se ha producido una primera negación de confianza al ex gabinete Torres?

En el Perú se ha producido una estremecedora degradación de lo que implica el ejercicio de la política, como fundamento de la práctica democrática. El todo vale es la regla de oro que impera en un universo de improvisados, que tratan de trajearse de lo que no son -y jamás lo serán- para aprovechar la oportunidad de llenarse los bolsillos.

José Williams, presidente del Congreso, insiste en hacerle frente -con guantes de seda y modales civilizados- a la prepotente arremetida de un Pedro Castillo cargado de explosivos, decidido a volar en pedazos la Constitución para cerrar el Congreso, convocar a una asamblea constituyente e instalarse en el poder al más puro estilo chavista.

La mafia no suele deshacerse de sus miembros. ¡Salvo mandándoles a la otra vida! Por eso todavía siguen vivitos y coleando los gangsters que conforman a organización criminal que lidera Pedro Castillo, como meses atrás lo denunció la Fiscalía de la Nación. Aunque hoy algunos de sus integrantes estén fugados, otros cantando delante del Ministerio Público; y los demás, robando como de costumbre.

Reiteramos nuestro pedido al presidente del Congreso José Williams.

Vivimos lo que podrían ser los últimos días en Democracia, Estado de Derecho y Libertad, que aún gozamos los peruanos. El zarpazo comunista lo tenemos a vuelta de calle.

El equilibrista Pedro Castillo se apresta a dar un triple salto al vacío: clausurar el poder Legislativo. Lo anima un Parlamento entre incapacitado, mediocre y dividido, que no cesa de exhibir el mar de miedos en el que navega al garete su Mesa Directiva, arrinconada por la organización criminal que gobierna desde el Ejecutivo (presuntamente dirigida por Pedro Castillo).

No hay hora de tregua para la agitprop chavista que, de manera descarada, se ha instalado en el Perú con mayor intensidad aún en estas últimas semanas. El mensaje instigador, absolutamente incendiario y estridente, parte generalmente de palacio de gobierno.

Patrocinado por El Comercio -a través de canal N- el gángster Pedro Castillo se dedica todos los días, exclusivamente, a defender su cargo de presidente de la República, destrozando el sistema democrático -del cual se aprovecha- al que acusa de corrupto y de no haber hecho nada para combatir la corrupción de los gobiernos anteriores, mientras a “a mí sí me imputa la Fiscal de la Nación por hech

Unas de cal y otras de arena. El Tribunal Constitucional declaró fundado el reclamo de Pedro Castillo contra la denuncia por traición a la patria tramitada ante el poder Legislativo. Consecuentemente, esta quedó sin efecto.

La OEA no hizo nada por salvar a Venezuela de la cleptocracia chavista. Como tampoco movió un dedo por evitar el hundimiento de Nicaragua en el marxismo sudaca del tirano Daniel Ortega. Igual ocurrió con Bolivia, donde el extremismo izquierdista, liderado por Evo Morales, se ha apropiado de este vecino país con el visto bueno de este organismo panamericano.

No hay duda que el Perú está al garete, porque el gobierno a cargo de Castillo no tiene la menor idea de como se gestiona un Estado.

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